Avatares de las grabaciones
¿Cómo rentabilizar el tiempo de estudio de grabación?
Existen mil maneras de hacer música, pero en este texto, sólo nos estamos refiriendo al trabajo acústico, sin teclados que imitan sonidos a través del sampler o el Midi (el “sampler” es un sonido tomado del original acústico, y convertido en un recurso electrónico a través de un teclado, y el Midi es la interfase con la que se transfiere al computador que recoge toda la data sonora –Musical Instrument Digital Interface).
De acuerdo a mi experiencia, la cual deseo compartir con ustedes, es imperativo rentabilizar las horas de estudio para ahorrar dinero. Por ende, dependiendo de la instrumentación que se va a utilizar, se deben cuadrar sesiones de grabación bastante eficientes. Por ejemplo, si tenemos a un trío base en casi todos los temas, tales como piano, bajo, batería y/o guitarra, lo ideal es grabarlos juntos; sin embargo, para que salga bien sin perder demasiado tiempo, es muy necesario o que hayan ensayado previamente lo suficiente, o que formen parte de un grupo que ya lleve algún tiempo tocando juntos. Si no, deben grabarse por separado. La batería de todos los temas, utilizando metrónomo; luego la base armónica, ya sea piano o guitarra, o ambos. Después el bajo o contrabajo y, por último, los instrumentos solistas si los hay, que serían los melódicos.
Las voces serán grabadas al final de todo, idealmente. Por lo general, un buen cantante puede tardar una hora por tema; en el peor de los casos, pudiera llevarle hasta dos horas hacerlo.
¿Conoces la diferencia entre mezcla y masterización?
El proceso de mezcla y masterización de un disco es bastante complejo y laborioso. Es un trabajo que sólo un muy buen ingeniero de sonido puede hacer.
En el proceso de mezcla, luego de obtener una buena grabación, cada instrumento será procesado individualmente pada darle toda la ganancia, nivel y ecualización que requiera. Posteriormente se procederá a incorporarlos uno a uno al total de la grabación. Para obtener una buena mezcla, que las grabaciones sean lo más impecables posible, es determinante. Ni los ingenieros de sonido ni las “mezclas” pueden hacer milagros si las grabaciones no están libres de ruidos o desafinaciones, por ejemplo.
Ya realizada la mezcla, habiendo trabajado todos los instrumentos para disponerlos de la manera que se desea, en volumen y presencia, se procede entonces a la masterización. La misma consiste en colocar todos los temas ya terminados en un formato de audio en el que ya se encuentran unificados, para ponerlos dentro del denominado “Master”, en un nivel que sea muy parejo y equitativo entre todos los temas del disco. De esta manera, se busca lograr cierta homogeneidad en el sonido general.